El Halcón perdió de visitante frente a un pálido y deslucido Boca por dos tantos contra uno. Arrancó ganando con un golde Bou, pero el local rápidamente lo empató por un error defensivo. Finalmente, Zarate inclinó la balanza luego de que Unsaín le dejara servida la pelota.
Sin lugar a duda era y es una semana particular y especial para Defensa debido a que el miércoles el Halcón juega su primera final por la Recopa Sudamericana frente a Palmeiras de Brasil. Y antes de esa gran final tenía un compromiso importante frente a Boca en la Bombonera. Primero porque siempre es lindo jugar con un equipo grande e intentar ganarle y segundo porque debía seguir en el buen camino para estar dentro de los cuatro que clasifican a la siguiente fase de la Copa de la Superliga Argentina.
Lo cierto es que en la primera mitad quien parecía el equipo grande era Defensa. No tanto con llegadas claras de gol porque en realidad muchas no tuvieron los dirigidos por Becaccece, sino por la tenencia de la pelota y la actitud de pararse más adelantado que el local. Y esa tenencia le dio buen resultado a los de Varela que a los ocho minutos de iniciado el partido Bou aprovechó un centro desde la izquierda de Rotondi para marcar el uno a cero. Los de Varela arrancaban ganando, tenían el balón y Boca estaba para el cachetazo. Sin embargo y más allá de tener el balón no se animó a más.
Muy poco le duró la alegría al “Halcón”. Pocos minutos después en una jugada que debía ser totalmente intrascendente Boca empató. Una pelota parada que cayó en el área y un mal rechazo de Meza hizo que Tevez atento a esa situación pusiera el uno a uno. Daba bronca porque los locales no habían hecho nada como para empatar. Podríamos decir que Boca empató más por un error propio de Defensa que una virtud propia.
Después del gol la cosa se emparejó bastante y más allá que Defensa tenía más la pelota no generaba peligro. Daba la sensación de que le sobraba un jugador en la defensa (que salió con 5). Brítez y Breitembruch se chocaban y el primero no tiene vocación para pasar al ataque. No se tenía peso ofensivo. Solo Bou arriba y Pizzini tratando de armar juego. Quizás lo mejor pasaba cuando se juntaban por la izquierda el Cholo Benítez y Rotondi.
La segunda parte fue muy mal jugada y de poco vuelo. Boca salió más adelantado, pero tampoco generaba demasiado peligro y los de Varela, más allá del ingreso de Romero nunca dejó de respetar “demasiado” al Xeneise, como si se conformara con el empate. Lo más cerca que se estuvo de convertir el Halcón fue a través de dos córneres que casi el Cholo los mete olímpicos. Todo se encaminaba hacia un empate, pero volvió a suceder lo que últimamente pasa, un error de Unsaín.
Un pelotazo cruzado en el que ni Frías ni Breitembruch llegaron a cerrar y Zarate remató, Unsaín dio un rebote de una pelota de las que llamamos “fácil” dejándole servido el gol al delantero de Boca. Dos a uno para Boca que al igual que el primer gol no hizo mucho para merecerlo. Después del gol no pasó casi nada. Solo quedó tiempo para la polémica de la tarde: un penal a Adonis Frías clarísimo que el ya conocido Echenique no cobró.
Defensa se quedó sin nada. Tener la pelota no significa ser superior. A veces hay que ser un poco audaz y atrevido y no respetar tanto al rival, más cuando hay material para modificar la historia. Pero la historia está concluida, fue derrota. Una derrota que duele.
Por: Daniel Aranda