Defensa y Justicia perdió como visitante en Vicente López frente a Platense por un tanto contra cero. Jugó un mal partido donde no salió nada de lo que se venía haciendo. Sufrió mucho la pelota parada. Aparte de todo esto le anularon un gol que era totalmente lícito.
Todo estaba dado para que el Halcón pudiera seguir sumando y quedar metido en lo más alto de la tabla de posiciones. Se venía de buenos resultados y momentos de buen funcionamiento. En cambio, Platense venía de malos encuentros y de pocos puntos sumados. Los dos, cada uno a su manera, intentarían quedarse con los tres puntos. Uno con su juego colectivo, desde abajo y triangulaciones. El otro con juego aéreo, choques constantes y pelotas divididas a pelear en las segundas jugadas. En ese juego de estilos ganó Platense.
La historia arrancó desde el arranque con un Defensa posicionado en el campo de juego del rival. Es más, apenas arrancada la primera mitad tuvo una muy clara por medio de su arma goleadora como lo es Nicolás “Uvita” Fernández, quien con un cabezazo cruzado casi le da la apertura del marcador a los de Baccari. Pero eso solo terminó siendo una ilusión dado que a partir de ese momento todo sería de Platense.
El Calamar a su manera, con sus limitaciones, pero con mucha convicción fue arrinconando al Halcón. Especialmente por medio de pelotas paradas que caían con peligro al arco defendido por el capitán Ezequiel Unsaín. Justamente el arqueo de Defensa cometió dos errores que le pudieron haber costado caro y no ser por la salvada de Colombo hubieran terminado en la red. El local insistía e insistía de la misma manera porque se daba cuenta que los de Varela sufría mucho con ese tipo de lanzamientos.
Y de tanto ir obtuvo su recompensa. Primero había avisado con un gol que finalmente a instancias del VAR había sido anulado. Pero más tarde el incisivo delantero Serveto supo aprovechar una desatención defensiva de Defensa y tomó la pelota luego de un rebote y convirtió el uno a cero para los de Vicente López. Ese sería al final de todo el uno gol del partido y el resultado definitivo. El calamar se iba al descanso con la ventaja y dejando una mejor imagen que Defensa.
La segunda mitad no varió demasiado con respecto a la primera. Los de Palermo siempre complicando desde arriba y los de Baccari inconexos, con pocas ideas y sin generar situaciones de gol, al contrario de los partidos anteriores. Ni los varios cambios que metió el técnico de Defensa pudieron modificar la historia de encuentro. Como dice el dicho popular “la suerte estaba echada”.
Solo hubo tiempo para una polémica que podía modificar la ecuación. Un gol MAL ANULADO POR EL VAR. Un centro de Togni que Barbona cabeceó adentro. Pero El árbitro no entendiendo nada del reglamento lo anuló.
Ya no había tiempo para más. Siendo objetivos debemos decir que fue el partido más flojo de la era Baccari. Lo bueno es que hay tiempo para mejorar y volver al buen camino.
Por: Daniel Aranda