En una tarde de lunes, un pálido Defensa y Justicia perdió por tres a uno contra su par de Huracán como local en Varela.
Lamentablemente este no ha sido un gran año, por más que todavía existan chances matemáticas para clasificar a los play offs y a este torneo que tantas ganas dan de ganar. Ha sido un año turbulento, de equipos sorpresas como en su momento lo fuimos nosotros. ¿Qué nos pasó que dejamos de ser la sorpresa?
A pesar de la hora, la gente se mostró amigable con el equipo y acompañó en un buen número. Empezó a correr la pelota. Huracán, raro, proponiendo. Defensa también. Pero la suerte no estuvo de nuestra parte. Rápidamente Huracán se puso en ventaja. Y así nos fuimos al descanso.
Sin embargo, en el comienzo pareció haber reacción y el siete bravo Osorio empató las cosas con un cabezazo letal. Fuimos por más. Y en la algarabía nos lo echan a Soto. Era cuestión de minutos que llegara el segundo de la visita. Y llegó el segundo y llegó también el tercero.
Mejor que el partido terminó. Tal vez sería conveniente que terminase la temporada y empezara el otro año. Quedan tantas preguntas en el tintero. Una luz, una luz se avizora en el horizonte, y es la luz de la esperanza. Basta de miedos, por favor. Salgamos a ganar, o muramos en el intento. De pie, en vuelo.
