El Halcón se comió al Tiburón

En una tarde de sol, Defensa y Justicia ganó, gustó y goleó a Aldosivi por 5 a 0 en Mar del Plata, en el último jueves de enero, cuando todavía calienta el sol.

El estadio mundialista, lejos de ser aquel mítico cobijo de los partidos de verano, fue testigo de los golazos de Molina por 2, uno en cada tiempo, uno más gol que el otro, Togni, el que todos esperábamos, Miritello y Osorio. Se corrió, se metió, se controló la pelota. Hubo asociaciones, llegadas.

Ver este Defensa después de tanto tiempo ilusiona, ver este Defensa después de tanto tiempo fue como el reencuentro con un viejo y querido amigo. Un viejo amigo que lleva en sus brazos sendos libros de Bukowski y Roberto Arlt. Solo para ver que no se nos había olvidado. ¡Justicia!

Quizás el partido de hoy haya sido lo esperado, se notó la falta de adaptación del rival a su nueva categoría. Un tiburón desorientado, de orilla. Un rival con el que teníamos un historial de larga data, principalmente por los colores compartidos.

Pienso en los años dorados, en una época que no queremos recordar, en la que el público no podía ir a la cancha. Ahora los hinchas se merecen disfrutar este partido. Pero tenemos que volver a hacernos fuertes de local. La pregunta, como en el programa de la tele, es: ¿Cómo?

Se me vino a la cabeza el recuerdo del tío Enrique cuando nos decía que había encontrado su Defensa de Mar del Plata. Un saludo para él y la tía Cristina. ¡Ráfagas de viento! Todo parece ir perfectamente bien allá en la playa. Defensa, esto ya fue dicho, enamora.

Por: Federico Quinteiros

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