En la tarde del sábado, Defensa y Justicia empató 1 a 1 contra Barracas Central en Varela, en un partido que se decidió con el tiro del final para el rival.
El partido arrancó bien, parejo, con un Defensa proponiendo. Haciéndose de cada jugada. Hasta que en un desborde por la izquierda llegó el centro desviado para que el joven goleador Miritello convierta. Por fin alguien que la empieza a meter.
En el segundo tiempo Barracas empezó a arrinconar, a jugar en cancha contraria, hasta que de tanto insistir le llegó el premio con la sanción de penal que se decidió por la vía del VAR. Polémico, si. Que tiene que ver la AFA, Chiqui Tapia, también. Pero qué se le va a hacer. Gol y empate. Pardas. Imagino que el narigón Matías habrá sido el único hincha contento.
La primer palabra que se puede venir a la cabeza es bronca, la segunda es injusticia y la tercera leche, qué leche se esta teniendo por no cerrar los partidos. Sin ir más lejos, los últimos tres partidos se decidieron así. Dos en contra y uno a favor. Como si hubiera que esperar a los últimos minutos para que se decidiera todo. Como si las defensas de todos los equipos se cansaran al final y todo se decidiera como un fuerte viento en contra. Tal vez estamos cansados de tanto jugar que nos olvidamos de lo más importante: jugar. El hombre que trabaja debiera reemplazarse por el hombre que juega.
De todas formas, es válido decir que este es el camino. Ahora se viene Copa Argentina. El ritmo será importante. La gente, que acompañó en buen número, lo sabe.
Por: Federico Quinteiros