Al Halcón casi le pinchan el Globo

En un partido que se pudo haber perdido, en la tarde de un sábado fresco, un regular Defensa y Justicia empató 1 a 1 contra un envalentonado Huracán de visitante.

Para los papeles este partido podía tornarse complicado, para la práctica resultó complejo. Huracán venía bien, muy bien, sabíamos que podía aprovechar la localía. Sin embargo, Defensa le plantó pelea. Y a los treinta y dos minutos del primer tiempo llegó el gol. Pelota parada desde la derecha, centro llovido y gol de cabecita del central Ferreira. Presa de los nervios, el local empezó a presionar. Cuarenta y dos del primer tiempo, doble amarilla para Soto y Defensa se quedó con uno menos. El partido empezó a ser cuesta arriba desde esa situación. O sea, sino fuera por Beto que tapó unas cuantas, no la estaríamos contando. Gracias por todo Beto.

El segundo tiempo fue de Huracán, salvo dos o tres contras, inclusive algunas muy claras, como la de Miritello. El empate llegó, en una jugada que quedó boyando como una enredadera, luego de un pifie a tierra que pareció falta. No nos salvó el VAR, esa cosa del demonio que pusieron ya no me acuerdo cuando para verificar con la inteligencia artificial no sé que cosa.

Fuera de eso, se notó que el equipo intentó cambiar, por lo menos de actitud. Fuera de los resultados, se está en un proceso que puede resultar bisagra. Yendo a los resultados, estamos momentáneamente entre los ocho primeros ¿De cuántos equipos? para disputar los play off de la conferencia. Quedan dos partidos. La obligación de competir estará guiada por esa zanahoria. Por más que entre semana haya copa. Es ahora cuando se verán los verdaderos pingos. Linda presión tendrán nuestros muchachos. Debemos reconocer el placer como un campo de batalla, en palabras del chino Jianwei Xun. Realidades en disputa.

La verdad no sé, no importa que algo sea verdad, lo que importa es que nos la creamos.

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